El desayuno fue completo, aunque había

pocas mesas disponibles en horas punta. La habitación era amplia y tenía un diseño encantador, perfecto para nuestra familia. Sin embargo, la situación en la calle a veces era un poco incómoda, especialmente de noche.

Las habitaciones eran amplias y cómodas, lo que me permitió descansar bien. Además, el desayuno incluía opciones como quesos y panes frescos que superaron mis expectativas. La limpieza y orden del lugar también fueron notables durante mi estancia.

Mejorar la insonorización de las habitaciones sería ideal.

El buffet de desayuno es excepcional.

Desafortunadamente, la habitación era bastante ruidosa, lo que dificultaba mi descanso. La insonorización no está a la altura, especialmente si eres sensible al ruido exterior. Además, el ascensor no estaba funcionando durante mi estancia, lo que significó subir y bajar escaleras con el equipaje, un inconveniente frustrante.

El hotel Graf Moltke fue una decepción. Las camas eran tan estrechas que apenas me cabía en ellas, y el baño parecía de juguete. Además, pensé que merecía un obsequio de bienvenida por mi estancia, pero parece que eso no es parte de su protocolo. Casi escribo una buena reseña, pero, ¿quién soy yo para conformarme?

Disfrutamos de nuestra estancia en el hotel, sobre todo porque la ubicación es perfecta, a solo un paso de la estación central. Además, las habitaciones eran amplias y cómodas. El desayuno buffet tenía variedad, y hasta nos encontramos en la ciudad con mi hermana, quien se unió a nosotros para explorar el animado Reeperbahn.

Mis hijos desearían que hubiera más actividades para ellos dentro del hotel.

El hotel mantiene una hermosa escalera original que le da un toque especial.

La habitación era más ruidosa de lo esperado, haciendo difícil descansar.

Spoiler, no te vas a arrepentir

El lugar cuenta con una ubicación inmejorable, a solo unos pasos de la estación central. Las habitaciones son amplias y cómodas, ideales para descansar. Aunque el desayuno podría mejorar, los panes frescos son un buen detalle. Sin embargo, la insonorización y el ascensor funcional son aspectos que necesitan atención.

Tuvimos una gran estancia con amigos. La ubicación es perfecta, a pasos de la estación y cerquita del centro. Visitamos el parque de diversiones y recorrimos el casco antiguo, que fue muy divertido. El desayuno estaba bien, aunque podría mejorar. Las camas eran cómodas y el ambiente fue genial para compartir.

Cuando llegamos, había algo de ruido en la habitación, lo que interrumpió un poco nuestro descanso.

Encantador hotel, ideal si buscas un lugar bien ubicado y cómodo.

La habitación era tan amplia y luminosa que sentí que estaba viviendo en un loft de lujo. La cama me abrazaba como un viejo amigo al que no quieres dejar ir. Despertar allí era como abrir los ojos en un edén personal, con un desayuno que incluía panes frescos y frutas que parecían recién cosechadas, haciéndome sentir que estaba en un mercado local más que en un hotel.

Ruido de la calle

la habitación era sorprendentemente grande y el baño estaba muy limpio. había un poco de ruido de la calle.

El hotel Graf Moltke es una opción buena, aunque no exenta de problemas. La ubicación me gustó mucho, está a solo 5 minutos de la estación central de trenes. Desde allí, puedes moverte fácilmente a cualquier lugar de Hamburgo. La habitación que tuvimos era bastante amplia y las camas eran muy cómodas. dormimos muy bien. La limpieza fue impecable, todo siempre en orden. El desayuno, aunque simple, superó mis expectativas. Ofrecía varias opciones como panes, cereales y frutas frescas. El personal de recepción fue amable y nos ayudaron cuando tuvimos dudas sobre cómo movernos. eso siempre es un plus. Sin embargo, la insonorización de las habitaciones necesita atención. A veces se escuchaba ruido de la calle, lo que puede ser molesto para quienes tienen el sueño ligero. Además, el ascensor no funcionaba, tocó subir dos pisos con las maletas. el internet en nuestra planta era un poco lento, lo que dificultó un poco el trabajo desde el hotel. En general, disfrutamos nuestra estancia, aunque hay algunos aspectos que podrían mejorar.

El desayuno fue un verdadero placer, con opciones variadas que nos dejaron satisfechos. Un aspecto que realmente disfrutamos fueron las vistas desde nuestra habitación, que se asomaba a la zona de juegos de St Pauli y al DOM, lo que hizo que nuestro tiempo allí fuera muy especial. La cama era increíblemente cómoda, lo que contribuyó a una buena noche de descanso. Durante nuestra estancia, aproveché para visitar lugares emblemáticos como la Hamburger Kunsthalle, que estaba a pocos minutos a pie.

Está justo al lado de la estación central de trenes, lo cual es muy práctico. La habitación era pequeña y tenía mucho ruido de la calle. El desayuno tenía opciones variadas. La limpieza fue buena.